La seguridad pasiva corresponde a todos los elementos del vehículo destinados a proteger a los ocupantes contra golpes y/o para mitigar las consecuencias en caso de un accidente de tránsito. En la seguridad pasiva de un auto encontramos los siguientes dispositivos:
El cinturón de seguridad es un elemento obligatorio en todo vehículo por el rol que cumplen en caso de un impacto, donde el uso de este dispositivo, según datos de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito, CONASET, puede reducir en un 50% la probabilidad de muerte.
Los cinturones de seguridad cuentan con un elemento que bloquea la cinta en caso de un impacto o frenada brusca, evitando que la persona salga suspendida del auto.
Revisa qué pasa con el uso del cinturón de seguridad en el embarazo.
Los airbags o bolsas de aire son dispositivos que se inflan con un gas y amortiguan el golpe hacia el pasajero en caso de un impacto. Actualmente, existen airbags frontal, lateral, trasero, de cortina, para pies y piernas e incluso para peatón. En Chile, de acuerdo con las normas de seguridad, desde el año 2017 es obligatorio que los autos nuevos que se venden en el país tengan al menos 2 airbags frontales.
Los sistemas ISOFIX o LATCH corresponden a dispositivos de anclaje que facilitan la instalación de la silla de seguridad para niños sin tener que utilizar el cinturón de seguridad. En Chile, desde el año 2017, todos los autos nuevos que ingresen al país están obligados a traer este sistema incorporado, según lo establecido en el Decreto Supremo 205/2013.
En muchos modelos que se comercializan en el mercado chileno, tanto la estructura de los autos como en la carrocería misma están hechas de tal manera que puedan absorber el impacto en caso de un choque, a través de la llamada deformación programada. A través de este sistema, ante una colisión, la carrocería del vehículo se deforma paulatinamente para proteger el habitáculo y a los ocupantes.
¿No sería más segura una carrocería rígida? Pues, no, ya que una carrocería rígida no asume la energía del impacto de un siniestro, sino que la traspasa a los ocupantes del auto sin mitigación alguna.
Pero no todo es deformable, también hay una parte rígida del chasís, la que se conoce como jaula o celda de seguridad, que está hecha con materiales altamente resistentes para que la deformación del auto no llegue hasta ese punto y, de esta manera, los ocupantes queden libres de ser aplastados.
Es importante que estos elementos estén bien ajustados a la estatura de cada pasajero, pues no son un simple artilugio de comodidad, sino que están destinados a proteger a la persona de eventuales lesiones ante un latigazo cervical en caso de un sinestro de tránsito.
Los vidrios del parabrisas están diseñados con cristales laminados, es decir, una capa triple compuesta por un vidrio templado, más una lámina intermedia hecha con un polímero transparente y otra capa de vidrio templado.
Están hechos de esta manera para que, en caso de romperse, se conviertan en pequeños cubos en lugar de astillarse y causar daño a los ocupantes del vehículo.
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