Cuando llueve obviamente el pavimento se moja y en algunas partes tiende a acumularse un poco más de agua, sobre todo en caminos más viejos y secundarios.
Esa acumulación de agua genera una capa con la tensión suficiente como para separar milimétricamente el neumático del pavimento, haciendo que pierda tracción.
Aunque no lo parece, ocurre. Si conduces por pavimento mojado, y haces maniobras bruscas o si presionas el freno perderás tracción, pudiendo desviarte un poco en el mejor de los casos, o sufriendo un accidente en el peor.
Si quieres un auto usado, mira sus antecedentes en el Informe Autofact antes de comprarlo. Revisa si ha sido rematado por pérdida total.
La calidad, el estado y la presión de aire de los neumáticos es fundamental para evitar el aquaplaning. Primero, se necesita un neumático con un buen dibujo, con un surco igual o mayor a 1.6 mm, de marcas archiconocidas como Dunlop, BF Goodrich, Goodyear, Michelin o Pirelli, entre otros.
Segundo, como dijimos debe estar en buen estado, con un desgaste menor y parejo, con aquel surco de 1.6 milímetros o más (ojalá por sobre 5 mm). Su presión de aire, en días de lluvia, debe ser un poco menor, pues con menor presión, aumenta la superficie de contacto con el pavimento y por ende la tracción.
Esté mojado o no va a seguir siendo cemento, por lo que no puedes bajar mucho la presión de aire, porque de lo contrario desgastarías el neumático prematuramente. Si vas tú y un ocupante, 25 libras en el neumático puede ser bueno. Recuerda ir a una velocidad controlada, muy atento y siempre con las dos manos al volante.
Ya te dimos algunas pistas de cómo evitar el aquaplaning, pero para que quede más claro, lo enumeramos uno por uno:
No te diste cuenta, pero pasó. Tu auto hizo aquaplaning y estás perdiendo el control o derrapando; en estos casos intenta hacer lo siguiente:
Si quieres un auto usado, mira sus antecedentes en el Informe Autofact antes de comprarlo. Revisa si ha sido rematado por pérdida total.