Se trata de un tipo de crédito de consumo destinado a financiar la compra de un vehículo, el que quedará en prenda hasta que se salde la deuda. A diferencia de un crédito de libre consumo, este tipo de financiamiento está sujeto a la compra del auto.
Las cuotas pueden variar entre 6 y 60 meses, dependiendo del monto a prestar y de las características de cada cliente.
Estas cuotas son fijas y el funcionamiento es muy sencillo: solicitas el crédito para comprar el auto, pagas el pie inicial (que suele ser de, como mínimo, el 20% del valor del auto) y después pagas el resto de la deuda en cuotas fijas durante un tiempo que has estipulado previamente (que suele ser entre dos y cinco años).
Los pagos en este tipo de crédito serán el pie inicial y las cuotas fijas mensuales. Dependiendo del tiempo de devolución, el coste total del crédito será mayor o menor, pues cuanto menos se tarde en devolver el dinero menor será el tiempo que se estén pagando las tasas y comisiones.
En algunos casos, los bancos te permiten dejar para la última cuota un porcentaje de la deuda, por ejemplo, el 30%. De esta manera, las cuotas mensuales a pagar son más bajas. No obstante, tienes que estar muy seguro de que podrás afrontar la última cuota más alta cuando llegue el momento.
Estas y otras variables dependerán del banco o financiera en la que pidas el crédito. Por eso, lo primero que debes hacer antes de elegir, es simular tu crédito en diferentes entidades y comparar los costes.
También es un buen ejercicio comprobar cuánto más pagarías si devolvieras el crédito a 24, 36, 48 o 60 cuotas, y las diferencias de tasas entre comenzar con un pie más alto o más bajo.
Todos los créditos tienen una Carga Anual Equivalente (CAE) que corresponde al costo total de un crédito por cada año, e incluye todos los gastos, prepagos e intereses. Es un porcentaje que puedes averiguar para poder comparar dos créditos que tengan el mismo monto y periodo.
Además, ten en cuenta que el monto final a pagar mensualmente no solo contiene la tasa de interés, sino también los gastos operacionales, impuestos, y en algunos casos van asociados también seguros adicionales.
Puedes revisar en este enlace las diferencias entre el CAE que ofrecen diversos bancos importantes del país.
El crédito automotriz lo puedes contratar con un banco, con la automotora que te vende el auto, o con otros grupos financieros que se dedican a la financiación. Valora todas las opciones, ya que en algunos casos convienen los bancos, pero en otros las automotoras ofrecen ofertas (como por ejemplo se encargan de pagar la patente de tu auto) que pueden ofrecerte mejores condiciones.
No obstante, si estás satisfecho con tu banco o tienes una liquidez que te permita un crédito a medida, es probable que esa sea la mejor opción para ti.
Este crédito parece muy conveniente si vas a comprar auto que pretendes quedarte durante varios años, y si sabes muy bien cuál es tu presupuesto y el tiempo que tardarás en devolver el préstamo.
¿Es mejor este crédito frente a otros? No, no hay un tipo de crédito que sea mejor que los otros. Lo más recomendable es leer todas las ofertas y comparar.
Conoce aquí las diferencias entre un crédito automotriz y un crédito de consumo.
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