El crédito convencional o automotriz es el financiamiento más común y con más tiempo en el mercado, en él los plazos van desde los 6 meses hasta los 5 años. Las cuotas que pagarás siempre serán fijas y al terminar la última mensualidad el vehículo es totalmente tuyo.
El pie está entre el 10% y 40% por ciento según el plazo y la empresa; a mayor número de mensualidades, mayor será el pie que tengas que dar.
El crédito inteligente es Ideal para la gente que le gusta cambiar de modelo frecuentemente. En este sistema en la mayoría de casos se da un pie inicial del 20% del valor del vehículo. El otro 30% lo pagas en cuotas mensuales en un plazo de 2 o 3 años, según decidas, el 50% restante lo pagas en una cuota final.
Al final del contrato podrás renovarlo, para eso entregas el vehículo que tenías, con lo cual llegarías a liquidar la cuota final y te entregan uno nuevo en donde la mecánica es la misma.
También puedes devolverlo, así queda liquidada tu cuota final o bien conservarlo, aquí existe la opción de financiar la cuota final y pagarla también en mensualidades.
El leasing o arrendamiento es un acuerdo con la firma automotriz y pagas exclusivamente por el uso del vehículo, pero no por la propiedad.
El contrato de renta va de los 24 a 36 meses, al final existe la opción de compra, renovación o fin del contrato en donde simplemente regresas el automóvil.
En este sistema aprovecharás de beneficios tributarios al descontar el IVA, dependiendo de tu giro comercial e ingresar las cuotas como gastos.
Este se caracteriza porque las cuotas se fijan según tus necesidades y se adapta a tu flujo económico. Lo primero es pactar el pie que aportarás.
Posteriormente, indicas en cuántos pagos y meses quieres liquidar el total del vehículo e incluso, existe la posibilidad de que des algunas mensualidades más altas que otras.
Esto teniendo en cuenta que hay fechas donde puedes recibir ingresos adicionales como devoluciones de impuestos o bonos de productividad.
Considerado como el crédito más rápido en el mercado, el concepto bajo el cual funciona es el siguiente, dejas tu auto actual como pago inicial que debe cubrir un pie mínimo de 35% o 40%.
Si no dejas tu vehículo, entonces pagas el 50% de pie, el resto lo líquidas en cuotas mensuales con un plazo de hasta 48 meses.
Esos son los diferentes tipos de créditos que existen en el mercado para que compres, cambies o rentes un vehículo. Ten en cuenta que según el banco o institución financiera serán los beneficios ofrecidos, como los tipos de seguros y servicios.
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