El motor es el corazón de un vehículo, es la fuente de movimiento y el que permite que todo funcione, pero ¿qué pasa cuando falla y no tiene reparación? Su cambio es una alternativa viable, pero la legislación tiene sus limitaciones y permite modificaciones muy específicas, según el año de inscripción del vehículo.
De acuerdo al artículo 26 de la Ley 18.290 de Tránsito, “la alteración del número de motor del vehículo deberá fundarse en copia autorizada del documento que acredite la adquisición o importación del motor por parte del propietario del vehículo o, en su defecto, en declaración jurada notarial suscrita por éste. Además, deberá acompañarse certificado actualizado de revisión ocular municipal o certificado de revisión técnica emitido por una Planta de Revisión Técnica autorizada por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones”.
Por otra parte, el Decreto supremo 211 del Ministerio de Transportes establece que después del 1 de septiembre de 1992, los vehículos deben cumplir con los estándares de emisiones establecidos, informados y verificados por las instituciones nacionales e internacionales correspondientes.
Amparado en esta normativa, el Registro Civil e Identificación ha establecido un procedimiento para autorizar cambios de motor bajo los siguientes parámetros:
a) Los vehículos inscritos antes del 1 de septiembre de 1992 pueden cambiar motores con libertad de marca y combustible, ya que anterior a esa fecha la norma ambiental no exigía niveles de emisión estrictos.
b) Los vehículos inscritos después del 1 de septiembre de 1992 deben cumplir con las normativas ambientales con las que ingresaron al país, lo que limita los cambios a un motor idéntico al original. Solo se permitiría un cambio diferente siempre y cuando corresponda a la misma marca y familia, pero que cumpla una norma más alta que el motor original. Por ejemplo, si el motor original cumplía la norma Euro III, podría cambiarse por un Euro IV, pero de la misma familia.
Debes tener presente que en las PRT se solicita que el usuario acredite que el nuevo motor cumple con la norma de emisiones. Para esto, se pide un Certificado de Cumplimiento de Normas que debe emitir el representante del fabricante de la marca en Chile.
Con esto, se regulariza la inscripción del vehículo, pero para dejar todo en regla, se solicita también realizar la Revisión Técnica al auto, acreditando que se solicitó un cambio de número de motor en el Registro Civil.
Al momento de comprar un auto usado, la recomendación es verificar que el número de motor y el número de chasis sean iguales a los impresos físicamente en el vehículo, los que puedes encontrar en la parte inferior del parabrisas, en el marco de las puertas o bajo el capó en el área de compartimiento del motor.
Si al descargar el Informe Autofact y hacer la comparación observas alguna diferencia, te recomendamos revisar el historial completo del auto y averiguar cuál es el motivo del cambio del motor y si éste se hizo de manera legal, para así evitar comprar un vehículo que pueda presentar problemas en el futuro.
Con nuestro Informe Autofact, revisa en pocos minutos todo lo que debes saber antes de comprar un vehículo usado.
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